Una mayor velocidad (una mayor tasa silábica, es decir, más sílabas por minuto) también viene reñida con una menor eficacia comunicativa: tienden a incluir menos información en cada sílaba individual. El español, por ejemplo, es un idioma que se habla rápido, utiliza muchas sílabas en poco tiempo, pero cada una de ellas contiene poca información (en el otro extremo está el chino mandarín, que es mucho más lento pero transmite más contenido en cada palabra). Con lo cual, Pellegrino concluye que en todos los idiomas transmitimos la (...)
|
etiquetas: idioma , mejor , eficiencia , comunicación