Las Hurdes han cambiado lo indecible desde que Buñuel pasó por allí, y hoy son un verdadero paraíso para el turismo rural. Entre sus jubilados hay un grupito nutrido y exitoso que tiran de sabiduría popular, de necesidades de lo más humanas, y de echarle mucha cara, para alegrarse la vejez y, por qué no, la cuenta bancaria. El inventor de "Manosanta" no tiene desperdicio... Explicando quién es quién:
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