(c&p)Los investigadores de Hunosa -con el apoyo de la Universidad de Oviedo y del Instituto Geológico Minero- han conseguido comprobar que, por cuestiones de geotermia, ese agua cuenta con una energía interna que hace que sea aprovechable tanto para climatización como para agua caliente sanitaria. El líquido se bombea desde el subsuelo y después se conduce hasta el edificio, donde se utiliza mediante un sistema de bomba de calor.
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