Quien tiene buena noche no puede tener buen día. El refranero advierte sobre ello, pero para comprobarlo sólo hay que pensar en la realidad: ¡es tan fácil ligar por la noche y luego arrepentirse a la mañana siguiente! Por suerte hay métodos para espantar discretamente al otro/a y poder dormir un poco más. Sólo hay que dar con el invento adecuado...
|
etiquetas: humor , noche , arrepentimiento