De eso hablan los titulares sobre la guerra. De si conviene sentarse a la mesa de negociación o no, para evitar que una humillación lleve a Putin a hacer alguna barbaridad, o la vergüenza conduzca a un agravamiento de las relaciones comerciales y un aumento del precio de la energía.
Lo de la narrativa y la lucha por el relato se nos está yendo de las manos, amigos.
Si lo he entendido bien, un país invadido, que sigue perdiendo fragmentos de su territorio, gota a gota, mientras su ejército retrocede a diario, tiene que evitar humillar al que lo está inavadiendo, al que empuja las fronteras con un 5% de sus fuerzas armadas. O con un 15%. O con un 25%. Es igual... El agredido, que se defiende con todo lo que le queda, tiene que evitar humillar al agresor, que tiene fomndo de armario para aburrir.
¿Por dónde cogemos semejante afirmación? ¿Por el lado ético? Esa parece la opción, y sale Zelenski a bacilarnos una vez más, diciendo que no se le puede pedir eso a su pueblo, que para eso es el agredido, y no es justo pedir al agredido que evite humillar al algresor. Y lo dice con un par, mientras reconoce perder 100 soldados diarios.
¿Y si lo miramos por el otro lado, por el realista? ¿Qué mierda puede significar esa frase? Oye, tíos, no humilléis más al Madrid en la Champions, que lo llevan fatal de tanto ganar. ¿Algo así? ¿O será mejor en plan "Dejad ya de darle limosna a Gates y Buffet, que se sienten humillados"?
No sé si los que escriben estos titulares están desesperados por vendernos la idea de que Rusia va a ser derrotada pase lo que pase en el campo de batallla, o que simplemente les da todo igual y viven convencidos de que nos vamos a tragar cualquier sapo.
Pues nada: habrá que sentarse a negociar para no humillar a Rusia, caray. Supongo que por eso mismo acabó aquí nuestra guerra civil como acabó: para no humillar a Franco.
Hay que joderse.