Una mujer tiene un enfrentamiento con el personal de la Administración de Seguridad Aérea (TSA) después de hacer saltar el detector de metales con los refuerzos de su sujetador. Las funcionarias le decían que tenían que cachearle los pechos o si no se quedaría en tierra. Ella ofreció quitarse el sostén y pasar de nuevo por el detector, lo que finalmente fue aceptado. Todo el proceso llevó 40 minutos y le llevó a perder el vuelo. "Hay 150 millones de mujeres en Estados Unidos, y esto le puede pasar a cualquiera", dijo Nancy Kates, la pasajera.
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