El Albondiguilla no sabía vestir y prefería los cobros en metálico y no en especie. Todo un problema para Correa y los suyos, que primaban la estética sobre la ética y querían ser ladrones de guante blanco y dinero negro. El Albondiguilla desentonaba en la deslumbrante cofradía de impecables corruptos, ni sus trajes ni sus corbatas brillaban como los de los demás y su "posicionamiento de...
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