Los autobuses eléctricos no producen gases contaminantes y han sido diseñados para recargar sus baterías en cada parada. Desde su reciente puesta en servicio, este vehículo, el primero de su tipo, se basta y se sobra para recargarse en tan sólo tres minutos, tiempo durante el que consigue una carga que le permite recorrer 5 kilómetros. Pero aún hay más, porque tras esta primera recarga, las siguientes sólo son de 30 segundos, y cada una de ellas le permite rodar un kilómetro más.
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