Todos hemos tenido noches en las que hemos bebido tanto que olvidamos lo que hemos dicho o como llegamos a casa, pero el fiestero Luke Harding tuvo la madre de todas las resacas al emborracharse en un club de Manchester y amanecer en París. El joven de 19 años cogió un taxi a las 4 de la mañana para volver a casa cuando de pronto decidió que era buena idea ir a la capital francesa tras encontrar su pasaporte en el bolsillo. [ENG]
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