En los primeros días del año 1959, cuando Fidel Castro y sus guerrilleros entraron en La Habana, los super-héroes ya no triunfaban en USA. Los tebeos de hazañas bélicas habían sustituido al Capitán América, la Antorcha Humana y The Sub-Mariner. El dueño de la editorial Timely, Martin Goodman, había reconvertido su negocio con otra editorial: Atlas Cómics: historias de horror, misterio y guerras. Entonces llegó Fidel... Portada del cómic:
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