El historial médico de la señora M, licenciada en Psicología, comenzó con el contagio de VIH a través de una aguja infectada. Más tarde, y como enfermedad oportunista al sida, desarrolló un excesivo prurito en la región derecha de su cabeza que unido a un trastorno obsesivo compulsivo y Tricotilomanía degeneró en una perforación del cráneo por un rascado nocturno reiterativo y no controlado. El artículo cuenta cómo tras probar varios procedimientos se curó, con secuelas, durmiendo con casco de fútbol y atada de manos. Vía Reddit.
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