En septiembre, Marta Ortega Pérez será una anónima empleada en alguna de las 445 tiendas de la cadena Bershka, una de las marcas del imperio Inditex. Cada hora revisará el estado de los estantes para reponer las prendas. Parece que su carrera hasta la presidencia de Inditex está planificada al milímetro, y empezará desde abajo de todo. No será una Paris Hilton gallega, como algunos creían.
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