Desarrollado en la Universidad de Bielefeld, su programa se basa en la inteligencia distribuida del cerebro de los insectos (caracterizada por estrategias complejas de comportamiento de grupo donde no existe un mando central y surgen a partir de "comportamientos emergentes"): reglas simples entre los miembros del grupo puedan dar como resultado un comportamiento complejo del grupo en general. "Queremos plantear la idea de caminar hacia una inteligencia y nivel cognitivo que permita que el robot pueda planificar". Como cualquier insecto.
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