“Aquello no es un infierno, es todavía peor”. Entre sollozos y lágrimas contenidas que trataba de disimular con su perenne sonrisa, llegaba Ángel García a Barajas, tras haber realizado un viaje de apenas 48 horas a Haití para llevar diez toneladas de ayuda “al escenario de la mayor catástrofe del siglo XXI”
|
etiquetas: haití , terremoto