350 metros. Así de larga era la cola principal para entrar el sábado al supermercado Red Abasto Bicentenario, en Caracas. Una vez adentro, el interesado debía hacer una cola para tomar el carrito de compras, otra de 150 metros para pagar y una más para que le aprobaran el recibo y pudiese salir. en los últimos años las colas se han vuelto parte de la rutina de los venezolanos, no sólo en supermercados, sino en el banco, en la farmacia e incluso en la cafetería. "Tome un turno y siéntese" es lo que recomiendan buena parte de los establecimientos
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