En la Franja de Gaza hay pocos edificios que están en construcción; sin embargo, la demanda de cemento es exorbitante. La razón es que el grupo terrorista Hamás, copiando las tácticas de Hezbollah, está montando una gigantesca red subterránea, que incluye bunkers, arsenales, túneles y puestos de comandos. Las organizaciones humanitarias insisten en la escasez de cemento y acusan a Israel de bloquear el acceso de materiales pero es Hamás que, aprovechando el alto el fuego, lo está empleando en cantidades industriales para fines especiales.
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