Cuando periodistas reputados, cuyo trabajo consiste en transmitir información veraz, opinan a título individual sus ideas entran como un cuchillo caliente en la mantequilla. Si esas ideas están basadas en hechos sin contrastar, en información defectuosa o en falsas premisas, el daño causado es importante, no solo por la dimensión de su audiencia sino por la facilidad con que los creemos.
|
etiquetas: sociedad , punitiva , demagogos , periodismo , periodistas , cuarto poder