Investigadores de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, han revelado por primera vez que cambios en la actividad cerebral inducidos por el ejercicio físico, pueden ayudar a reducir el ansia de fumar.Diez fumadores habituales fueron sometidos a sesiones moderadas de bicicleta durante diez minutos, después de quince horas de abstiencia de nicotina. A continuación, se les escáneo cerebralmente mientras contemplaban una serie de 60 imágenes. Algunas de ellas incluían cigarrillos que normalmennte inducirían deseo de tabaco en un fumador.
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