Dejar de crecer es la principal consecuencia de no detener a tiempo una pubertad adelantada. Es lo que está ocurriendo a un creciente número de pequeñas de 8 e incluso 7 años, cuyos padres piden ayuda médica. Al cuadro clínico se le denomina pubertad adelantada –para distinguirla de la pubertad precoz, una enfermedad minoritaria y estable– y se caracteriza por los cambios mamarios citados a los que, en pocos meses, suceden la primera menstruación y, tras ella, la reformación completa del cuerpo...
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