Hay momentos que te cambian la vida. Y no estoy exagerando. Uno de ellos ocurrió cuando descubrí el RSS. Había oído hablar de él, pero no me llamaban la atención. Hasta entonces, por mi profesión, me veía obligado a consultar una decena de páginas webs todos los días y cada pocas horas para que no se me escapase ninguna noticia interesante. Era un trabajo arduo, y hasta aburrido, y que me quitaba demasiado tiempo para hacer otras cosas.
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