Todos o casi todos nos hemos puesto estos días en el pellejo de los ucranianos, y de ahí viene nuestra indignación porque, de repente, un país se vea agredido por un vecino mucho más grande y poderoso, y tenga que renunciar a su soberanía para cumplir las exigencias del grandullón o arriesgarse a desapaercer. Y no mediante un intercambio de palabras, oye: mediante bombardeos. La gente tenía su vida, su casa, su familia, y de pronto se ha encontrado bajo las bombas, muriendo, resultando herida o dejándolo todo atrás. Es realmente repugnante.
Desde el punto de vista ucraniano, la blancas, la cosa parece estar clara: necesitan ayuda. Es cuestión de vida o muerte. Para ellos, que la guerra se extieneda y se convierta en una guerra de la rehostia es la única opción. Su supervivencia depende de ello.
¿Y para nosotros? ¿También es la mejor opción que la guerra se extienda? Pues depende. En principio, no. Pero si pensamos que una derrota de Ucrania puede conducir a que Rusia amplíe sus operaciones al siguiente vecino pequeño, a lo mejor no es tan mala idea. Pero por si queda alguna duda, NO. Para mí es una MALA opción ahora mismo extender la guerra. LA PEOR.
La estrategia de las blancas, pues está clara: resistir y ganar tiempo, a ver si las sanciones causan un golpe de Estado en Rusia, Occidente se mete, o se multiplican los panes y los peces en forma de aviones y lanzagranadas.
¿Y cómo está el tema para las negras?
Pues las negras, Rusia, se encuentran con que no han podido conquistar el país en los 10 primeros días, se han comido unas sanciones como el sombrero de un picador. Pero resulta que los sancionadores no están mucho mejor, y se están comiendo una subida de precios realmente homérica, incluso antes de que se corte efectivamente el grifo del petróleo y el gas.
¿Qué pueden hacer las negras? ¿Seguir vendiendo petróleo y gas para recibir al menos ese dinero? ¿Y qué haces con el dinero, si nadie te vende? ¿No será mejor apretar los dientes y cerrar una temporada el grifo, a ver cual es la capacidad de aguante de los europeos? La solución puede ser esa, a ver qué pasa. Y dejar de vender fertilizantes, ahora que comienza el laboreo. Y no vender cereales, a ver la que se arma en los países con mayor dependencia alimentaria.
La estrategia económica de las negras es redoblar las sanciones, pero en sentido contrario. Es jodido, pero es lo que hay.
¿Y militarmente? Alejarse y esperar. Los que tienen que dar de comer a 40 millones de personas son ellos. Las negras se tienen que apañar, y lo hacen malamente, para dar de comer a sus 300.000 soldados. Pues las blancas que se busquen la vida para dar de comer a la población, a medida que las reservas vayan menguando. Y si no pueden, que vayan mandadndo refugiados a Occidente. Un millón, dos, cinco... A ver qué efecto tiene eso en sus países. Poco a poco. Por eso creo yo que los bombardeos no cesan pero son moderados. Es una vieja doctrina: los soldados enemigos muerros son una pérdida, pero los heridos son una pérdida y un gasto formidable de recursos. Esto es igual: no hay que matar a la gente: hay que hacer que huya a donde le suponga costes económicos, sociales y políticos a otro. Los refugiados son un arma de desgaste que se lanza contra el enemigo. Nos guste o no, es así.
¿A partir de qué número de refugiados empezará Europa a crujir bajo su peso? ¿A partir de qué precio de la energía y de los alimentos empezará Europa a pensar que todo esto es una mierda y tiene que acabar cuanto antes?
Esa es, creo, la estrategia de las negras. No sé, por supuesto, si les funcionará o no, pero creo que explica por qué las operaciones se han ralentizado y no van a volver a avivarse en bastante tiempo.
Para mí, lo importante, es que no nos arrastren a una guerra catastrófica. Pero quizás otros tengan otra idea.