'Guantazos' por tocarme con fines sexuales sin mi permiso

Comenzando por el final diré que lo que he comenzado hacer con estas personas que sin conocerme se sienten tan "libres" de tocar partes de mi cuerpo que a ellos les pudiera parecer placentero y sin mi permiso es pegarle, no una paliza, ni si quiera un puñetazo, pero sí un buen guantazo y un apretarle la cara fuertemente con mi mano a la vez que le digo que "qué carajos hace".

Me gustaría con éste artículo compartir mis últimos episodios vividos en cuanto a intromisiones a mi cuerpo, tres hechos en menos de dos meses, y me encantaría conocer que pensáis otras personas al respecto y de qué manera lo afontáis o aformtaríais insitu.

Me gustaría también aclarar que el hecho de que toquen mi cuerpo sin mi permiso con fines sexuales no es nuevo para mí, que con 32 años ya no tengo dedos para contar las veces que me han hecho pasar por esta situación y siendo lo más grave que me ha ocurrido que cuando tenía 18 años y camino de la universidad un hombre me sujetó por la calle para tocar mi vagina y con 23 años en uno de mis viajes India tres hombres me cogieron, sujetaron, tiraron al suelo y tocaron mis pechos, afortunadamente pude escapar. Sin embargo lo que sí es nuevo es la actitud que he tomado de pegar este guantazo (o dos o tres) e increpar a la persona que invada mi cuerpo con fines sexuales sin mi permiso.

Los hechos:

Como he comentado más arriba han sido tres veces en menos de dos meses, siendo las dos últimas en las que he decidido actuar de esta manera, en todas ellas me encontraba de noche en un local y disfrutando con amigos, y en las dos ocasiones ue actué así las personas encargadas del local han tenido una actitud que ha dejado bastante que desear, no, perdón, muchísimo que desear y destacando por lo alto (o por lo bajo más bien) la última vez, ayer.

Primera noche: un hombre, de incluso mayor edad que mi padre, va andando detrás de mí y comienza a arrastrar su mano desde mi nuca recorriendo mi espalda y hasta la parte más baja de mis nalgas. Mi reacción es repudiarle solo con mis palabras y mi enfado.

Segunda noche: tras esa "primera noche" y esta "segunda noche" hay en medio otra noche en la que un hombre también bastante mayor que yo me llega a molestar por bastante tiempo de una manera muy depravada, y empiezo a agobiarme y a sentir que la próxima vez que me pase le lanzo un guantazo. Bueno, llega esta segunda noche, estoy con un amigo en un conocido local de mi ciudad, ya anteriormente me he percatado que hay una hombre apoyado en la pared, se encuentra sólo, bebiendo, y pasa un tiempo largo allí, serio, observando a las personas estamos alrededor. Pues en un momento dado llega este "tiparraco" depravado mental y se le apetece agarrar con su mano mis nalgas, es entonces cuando decido que le voy a dar un guantazo y que al igual que como él decidió sacar provecho de mi cuerpo yo me voy a tomar la misma libertad. Llega el portero del local y me pregunta qué ha pasado, se lo cuento, y nada, no pasa nada, el "tiparraco" sigue por allí dando vueltas. A los dos días y animada por mis amigas decido escribí un mensaje al local para contarle lo sucedido y para sugerir que éste tipo de personas deberían de ser repudiadas y expulsadas de estos locales, amablemente me devuelve un mensaje en el que me da la razón y afirma que debería de ser así el comportamiento de los porteros.

Tercera noche: ayer, salgo un rato a disfrutar con amigos, cuando me voy a ir del local voy a coger mi sudadera de una repisa y un chaval casualmente con el mismo comportamiento que el anterior, pues llevaba sobre tres horas apoyado en la pared solo observando a la gente, él decide que también va a apretar mis nalgas con su mano, acto y seguido le pego un guantazo y le recrimino, el tío se va del bar, y adivinar qué... si estoy escribiendo éste artículo es porque la actitud del organizador de esta fiesta me dejó descuadrada y con mucho para reflexiones, bueno, viene el organizador y me pregunta qué ha pasado, se lo describo y me dice "si no te gusta el tío pues vete del local", no se a vosotros, a mí me parece desgarrador, aunque finalmente tras unos segundos aparece de nuevo esta persona que organiza el evento y me pide disculpas.

¿Por qué he tomado ésta determinación de agredir al acosador?

No son acciones de ira que surgen momentáneamente, no, es una acción que he decidido llevar a cabo conscientemente como respuesta a este tipo de hechos. No me hunde ni me hace sentir mal que una persona toque partes de mi cuerpo para su propio beneficio sexual, pero sí que me gustaría contribuir a que si estas personas algún día van por la calle cerca de una chavala más joven que yo y se les pasa por la cabeza cometer cualquier acto aún de mayor gravedad, que recuerden que eso no se debe hacer. Apoyo firmemente la idea de que una sociedad se cambia desde la educación, que es la raíz, y no me gusta la violencia ni jamás me he peleado con violencia física, pero dado el perfil depravado de estos hombres, personas que parecían aisladas y solitarias y además invadiendo el cuerpo de otras jóvenes me parece que deben de tener consecuencias que les haga cambiar, y no creo que con una "charlita" en el momento vayan estas personas a reflexionar mucho, en todo caso se las pasarán por "el forro".

Reflexión final

Lo que me hiere más fuertemente es que ante esta determinación que he decidido llevar haya personas como los encargados de estos locales que no procedan a ninguna acción contra este tipo de depravados sexuales, e incluso parezca que lo incorrecto sea plantarles cara.

Mis conclusión es que este tipo de actitudes están demasiado arraigadas en nuestra sociedad, como si fueran inamovibles y cuando ocurren entran dentro de la normalidad, y cuando una persona se revela contra estos actos es ésta quien parece causar el problema, y nadie se plantea en poner el foco en el tío que lleva tres horas apoyado en una pared y mirando a chavalas hasta que decide tocar a una o varias, pero lo que sí que destaca es cuando una chica se revela, y lo peor tener que escuchar "si no te gusta el tío vete del local", curioso ¿no?

Gracias por leer.