La Asociación Médica de Estados Unidos emitió una carta preguntando si los médicos están violando la ética profesional con la alimentación forzada de los presos. Hasta el sábado pasado, 100 de los 166 presos se habían negado a comer. Veintiún detenidos fueron alimentados por medio de sondas nasales, y cinco estaban en los hospitales del campo. El teniente coronel House "trató de distinguir entre los destinados a alimentación forzada y los atados a una silla de alimentación con un tubo que va desde la nariz hasta el estómago.
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