Dar donde más duele, acabar con un don. Eso es lo que ha pretendido hacer un grupo de hombres armados, supuestamente mercenarios del régimen de Bashar Asad, con el caricaturista más famoso de Siria y un firme opositor, Ali Farzat, tras secuestrarle en la bella y céntrica Plaza Omeya de Damasco. Le han roto, entre otras cosas, las manos.
|
etiquetas: revueltas , mundo , arabe