El cuerpo del sargento David Fernández Ureña, fallecido el viernes pasado en Afganistán cuando trataba de neutralizar un artefacto explosivo, ha sido incinerado este lunes en el cementerio San José de Granada, ciudad donde había residido la mayor parte de su vida y de donde era su familia. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, ha dicho que los allegados del militar son "muy queridos" en la ciudad y lamentado mucho la muerte del sargento "defendiendo las libertades".
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