Desde la perspectiva de quien busca evitar un referéndum con amplio apoyo popular, no hay decisión más estupida que enviar un operativo policial insuficiente con órdenes de usar la violencia contra los ciudadanos.
El resultado: el operativo policial es derrotado y da una imagen doblemente penosa, es decir, de salvajismo e impotencia a la vez. Eso transmite dos mensajes: que el Gobierno es brutal y que se le puede vencer con unión. Justo lo que más beneficia a los promotores del referéndum. Sabíamos que Rajoy no tiene principios, y ahora sabemos que es un inútil integral.