En el Hammerstein’s Roof Garden, William colocó un anuncio en el que decía que pagaría la nada despreciable suma de 1.000 dólares a aquel cómico de Nueva York que fuese capaz de hacer sonreír a una mujer llamada Sober Sue. Solo pedía que le arrancasen una sonrisa… ni tan siquiera una carcajada. Sober Sue, cuyo verdadero nombre era Susan Kelly había nacido en Filadelfia y tenía un aspecto tremendamente serio.
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