Cuando reventó un pozo de petróleo 50 millas de la costa de Luisiana el 20 abril de 2010 provocando una explosión en la plataforma de perforación Deepwater Horizon por encima de él (matando a 11 trabajadores), nadie sabía que un desastre mucho mayor todavía estaba por venir. Durante los tres meses siguientes, 4,9 millones de galones de petróleo crudo se derramaron en el agua antes que BP pudiese tapar el pozo para detener el flujo de petróleo en el Golfo de México.
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