Seis meses después del terremoto que asoló Haití, la multinacional Monsanto, junto a la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos y algunos grupos nacionales de poder, pretenden controlar la recuperación de Haití dirigiendo sus políticas agrícolas hacia sus intereses particulares. Monsanto donó 60 toneladas de semillas híbridas de maíz y hortalizas a Haití en mayo, donación que ha sido denunciada por Chavannes Jean-Baptiste, coordinador del Movimiento Campesino Papaye, como "un intento de colonización económica".
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