Una condición autoinmune que hace que algunas personas pierdan parte o todo su pelo, podría ser consecuencia de ataques erróneos en los folículos capilares por parte de los llamados "asesinos naturales" glóbulos blancos que conforman gran parte de sistema defensivo del cuerpo ante las enfermedades. Tal como se esperaba de una enfermedad autoinmune donde el sistema inmunológico se volvía contra el tejido sano, todos los genes juegan un papel en controlar el crecimiento y la multipliación de las células en el sistema inmune.
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