La Liga Internacional para los Derechos Humanos, una de las organizaciones de ese ámbito con mayor solera, celebró ayer en Berlín la ceremonia de su premio anual con medio siglo de tradición, concedido este año al pacifista y disidente israelí Mordechai Vanunu. Al igual que el disidente chino y Premio Nobel de la paz, Liu Xiaobo, tampoco Vanunu ha podido recoger en Berlín el premio, que lleva el nombre de Carl von Ossietzky, un periodista pacifista alemán de los años treinta.
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