"En su intervención de ayer en Bilbao en presencia del rey, la francesa insistió en sus viejas recetas de la abuela: más reforma laboral, menos cotizaciones empresariales y más IVA. Lagarde ignora que con Rajoy no hay troikas que valgan y haría mal en entender que la ceremonial genuflexión de su ministro Economía o la anunciada tarifa plana a la Seguridad Social para contratos indefinidos implican acatamiento. El Gobierno de España no acepta órdenes de nadie, pero saluda que es un primor."
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