A los ayuntamientos madrileños no les salen las cuentas. La crisis ha vaciado sus arcas y se ven obligados a apretarse el cinturón de cara a la elaboración de los Presupuestos de 2010. Las grandes ciudades de la región recortarán el gasto, pero descartan reducir las prestaciones sociales (...) Si se llevan a cabo las intenciones municipales, peligrará la teleasistencia a mayores, los planes de atención a las familias sin recursos y la integración de inmigrantes. También son competencias impropias los gastos en educación, sanidad y vivienda.
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