"Charles Okeke esconde en su pecho un corazón artificial. Le mantiene vivo, pero a un alto precio: estar de modo permanente enganchado a una máquina de 180 kilos, en el hospital. Ya lleva dos años. Pero ahora, gracias a un nuevo aparato que podrá transportar en forma de mochila, puede volver a casa."
|
etiquetas: freedom driver , corazón , artificial