A lo largo de 400 páginas, el extirador de élite Chris Kyle cuenta cómo su puntería le convirtió en ‘El Diablo’ para los insurgentes iraquíes, que llegaron a poner precio a su cabeza, y cómo batió todos los récords de bajas causadas en el enemigo. Además, consiguió el mejor disparo en la historia del Ejército estadounidense: abatió a un terrorista a una distancia de 1,5 kilómetros.
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