El recorrido hasta encontrar a Fidel fue penoso. Cuando llegué a donde se encontraba, tras una dura caminata, me dejé caer contra la pared de una cabaña, con la mirada fija en mis botas. Sentí que desaparecía el sol a la vez que una voz me preguntaba: "¿Enrique Meneses? Soy Fidel Castro". El líder rebelde caminaba desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde cuando ordenaba acampar donde nos encontrásemos.
blogs.publico.es/dominiopublico/755/el-che-del-cine-y-el-que-yo-conoci