Las últimas campañas de Hitler no son militares. El valor icónico de Hitler cotiza al alza como recurso publicitario, y su figura se nos aparece en numerosos anuncios donde su presencia funciona como encarnación del mal sin matices o como recurso gráfico de trazo fácil para componer su rostro. Con muy poco basta para amagar un flequillo y un diminuto bigote.
|
etiquetas: hitler , campañas , publicidad