Según publica el diario ourensano La Región, el presidente gallego se encontraba en la localidad de Póvoa de Varzim, conocida en el norte de España por su casino, y su automóvil fue parado por la Guardia de Tránsito por superar el límite de velocidad establecido. El presidente, según relató un testigo presencial, mantuvo una discusión con el agente por la imposición de una sanción administrativa de 80 euros. Según este testigo, el mandatario gallego no quería abonar la multa aunque finalmente accedió y pagó tras discutir con el agente.
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