Es buenísimo. Un cartel que informa la velocidad de los vehículos está averiado y marca siempre 188 (i.e. todos las "lamparillas" encendidas). A partir de esa avería el periodista se monta una historia fantástica de un conductor circulando a esa velocidad por el centro de Santiago. Vía
personales.ya.com/josumezo/malaprensa/2006/10/ni-fernando-alonso.html