El día de Navidad de 2008, Katie Shearer, una enferma de cáncer de piel a la que habían dado una semana de vida tras dos años de lucha infructuosa contra la enfermedad, pudo cumplir su último deseo: ver un último partido de los Blazers y conocer al equipo, especialmente a Rudy Fernández, de quien su familia decía que estaba "enamorada". Apenas un par de semanas después, la triste noticia de su fallecimiento golpeó a los Blazers. +info en
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