El hijo de la familia falleció a consecuencia de un pelotazo lanzado por este bate en un partido de béisbol. El jurado ha dictaminado que el fabricante no avisó adecuadamente de los peligros de utilizar un bate de béisbol de aluminio, con el que las pelotas pueden alcanzar mayores velocidades. El fabricante alegó, sin éxito, que el bate sigue las normas especificadas por las organizaciones deportivas y federaciones competentes, y que podría haber ocurrido lo mismo con un bate de madera.
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