Investigadores del Instituto Fraunhofer (Alemania) han desarrollado una máquina de fabricar piel. El objetivo es que los experimentos para comprobar el efecto de medicamentos, productos químicos y cosméticos sobre la piel resulten más económicos y más fiables, haciendo además innecesario el uso de animales. Para producir tejidos toman las células de prepucios de niños de hasta cuatro años, ya que a mayor edad las células funcionan peor. En menos de un año podrían producir en serie tejidos para investigar sobre el cáncer, alergias, hongos...
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