A principios de 2013 un tribunal declaró a Sirgiorgiro Clardy culpable de un asalto en segundo grado por desfigurar a patadas la cara de un cliente que no pagó los servicios de la prostituta a la que explotaba. En el año que Clardy lleva cumpliendo condena en una prisión de Oregón, el recluso ha trazado una estrategia de defensa que ya quisiera Miquel Roca para sí: ha demandado por 100 millones de dólares a Nike y a su presidente Phil Knight por no advertir en el etiquetado que las zapatillas pueden utilizadas como un arma letal.
|
etiquetas: jordan , nike , clardy , crimen , cárcel , porland , defensa