En Europa, sin embargo, las democracias son consecuencia, casi siempre, de un lento proceso que va de la monarquía absoluta a la parlamentaria y después a la república. Algunos seguimos en la segunda fase. En el viejo continente la democracia se consiguió con sangre, guerras, revoluciones, agitaciones sociales, reclamación de derechos políticos y civiles. Es, por lo tanto, normal que sean algo de lo que enorgullecerse. Algunos países hemos pasado por la etapa más oscura de toda nuestra historia para conseguirlas.
|
etiquetas: democracia , historia