Son de color rojo, lucen en los laterales el logotipo de Euskokargo y permanecen aparcadas de manera indefinida en las instalaciones que la empresa del Gobierno vasco posee en Durango. Son ocho locomotoras adquiridas en 2006 por 26 millones de euros y que, a día de hoy, carecen de utilidad alguna. Esta situación está generando unas pérdidas anuales de 3,4 millones de euros a las arcas públicas vascas. El anterior Gobierno vasco preveía que el tráfico de mercancías por vía férrea se multiplicaría por doce, pero se ha reducido un 10%
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