Los hombres salvajes (también llamados dunledinos) no eran muy diferentes de los jinetes de Rohan. Del mismo modo que Gondor consideraba a Rohan un pueblo tosco y primitivo, los rohirrim pensaban lo mismo de los hombres salvajes. El arte, la arquitectura, la tecnología, la complejidad de la organización social...son criterios que tanto en la Tierra Media como en el mundo actual se emplean para determinar el grado de civilización de un pueblo, y llegado el caso sirven como excusa para expoliarlo y despojarlo de sus tierras. Como hizo Rohan con los hombres salvajes.
Los hombres salvajes habitaban desde siglos las fértiles praderas donde después se asentó el reino de Rohan. Vivían en rudimentarias chozas de madera, no tenían reyes ni lengua escrita, desconocían cualquier manifestación artística, sus armas se limitaban a garrotes y hachas, y vivían esencialmente del pastoreo. No eran más violentos ni malvados que los rohirrim, pero cuando Rohan fue aumentando su población, sus reyes enseguida buscaron excusas para maquillar el desnudo uso de la fuerza que iba a implicar el destierro de los hombres salvajes.
Les acusaron de adorar a demonios, de practicar el canibalismo y de no ser auténticos seres humanos sino animales. Asaltaron sus tierras y los mataron indiscriminadamente, forzando a los supervivientes a desplazarse a unas colinas áridas donde malvivirían a partir de entonces. El frío, la ausencia total de recursos naturales y el pesado manto de muerte y enfermedad que todo esto provocaba, convirtió la vida de los hombres salvajes en un infierno durante siglos.
Cuando Saruman declaró la guerra a Rohan, los hombres salvajes fueron su carne de cañón perfecta. Ésta fue la conversación en la que explicó su plan a Lengua de Serpiente:
-Observa esta flor de pétalos blancos. Mira como introduzco sus raíces en este recipiente lleno de tinta negra. Verás como en unos instantes los pétalos acaban siendo negros. Pues bien, el alma humana sigue el mismo proceso: acaba volviéndose del color de aquello que absorbe, sobre todo si lo ha absorbido desde la infancia y no conoce otra cosa. En esta flor se encuentra una de las armas clave para ganar la guerra.
-Mi señor, no os entiendo...
-Los hombres salvajes han absorbido siglos de hambre y sufrimiento. Cada mujer salvaje tiene uno 6 hijos y solamente le sobreviven entre 1 y 2. Mueren de frío, desnutrición, enfermedades que podrían curarse con un baño de agua caliente y 3 comidas al día...y cada vez que viven una nueva tragedia, saben que Rohan es el responsable, piensan en la rica vida de los rohirrim explotando las tierras que eran suyas, y recuerdan cómo vertieron su sangre sobre ellas para expulsarles a las colinas. Dime ¿Cómo debe ser el mejor soldado?
-Debe estar bien adiestrado, gozar de un equipamiento adecuado...
-No. Debe haber dormido en un lecho de piedras afiladas desde su infancia, haber comido tierra y bebido barro, y sentir que tiene la oportunidad de vengarse de quien le condenó a esa existencia para quedarse con lo que era suyo. Así luchará con todas sus fuerzas, movido por la pasión más intensa que puede mover a un hombre y hacer surgir todo su potencial destructivo:el odio. Esa pasión irá unida a la vana esperanza de recuperar lo que era suyo y tener una vida mejor...es imposible encontrar una mayor motivación.
-Tenéis razón...
-No he acabado. El soldado perfecto debe contar con un requisito más.
-¿Cuál es?
-Que no suponga una amenaza capaz de rebelarse contra quien le use. Cuando la guerra acabe, las tierras de Rohan serán ocupadas por nosotros, y los hombres salvajes que hayan sobrevivido volverán a sus colinas. Son tan primitivos y estarán tan diezmados por las batallas que no tendrán fuerza para oponerse a nuestra decisión. Y si lo hicieran, les exterminaremos definitivamente.
-Sois un auténtico genio de la estrategia...
-La idea no es mía. Mi bola de cristal me permite ver destellos del futuro y de otros mundos. En tierras muy lejanas, y muchos milenios después, grandes gobernantes usarán a legiones de oprimidos para librar sus guerras, y su destino será el mismo tanto si ganan su patrocinadores como si pierden. Son peones en el eterno tablero de ajedrez que cientos de ilustres jugadores usarán para obtener la gloria. Por cierto ¿Sabes que en determinados lugares sus líderes han perfeccionado tanto las técnicas de manipulación mental que han convencido a sus súbditos para que se hagan estallar y causen con su muerte el mayor número de bajas al enemigo? Eso me ha dado una idea sobre cómo romper las defensas del Abismo de Helm...