Las razones no están para nada claras, pero parece que un ligero toque en el brazo ayuda a que el porcentaje de mujeres a las que se le pide el teléfono (según el estudio) aumente respecto a aquellas con las que no se establece contacto físico. Vía:
ciencia.barrapunto.com/article.pl?sid=07/06/03/2347206