Me he decidido a escribir este artículo a raíz de empezar a leer comentarios de algunos usuarios relacionados con las manifestaciones en contra de la sentencia dictada por el TS.
Me sorprende ver la gran cantidad de odio que muestran. Me sorprende, pero sobre todo me aterra. Me aterra la cantidad de mal que se les desea a los que son sus paisanos. Estoy empezando a divisar algo que hacia 10 años veía bastante improbable: hay que castigar con dureza (con todo el daño posible) a todo aquel que no piensa como yo. Si es catalán encima parece todo justificado, incluyendo bromas de mal gusto. Quizás los que no se han parado a pensar es que todo aquello que dicen, nos acaba repercutiendo al resto, seamos independentistas o no (como es mi caso).
Hablando de como me afecta personalmente, yo soy de Eivissa, una isla donde hablamos un dialecto del catalán, el ibicenco. Desde hace unos años he vivido en mis propias carnes insultos por hablar ibicenco con mis amigos o familiares; desde policías hasta paisanos. Me han llamado terrorista, hijo de puta, espetado “vuelve con los cerdos polacos”, gritado viva España, Franco o intentado agredirme físicamente. Solo por hablar mi lengua materna. En plena calle sin venir a cuento.
¿Y sabéis qué? Estoy harto. HARTO. Harto del odio al que me enfrento y se enfrenta mucha gente. Que digo harto. Hasta los mismísimos cojones.
Soy una persona que no cree en ningún nacionalismo. El juego de banderas me aborrece. Creo en que todos somos iguales, seas de donde seas y que el nacionalismo no es mas que un burdo movimiento para cuando algo va mal, usar la bandera para tapar lo que huele mal.
Creo que, por parte de los nacionalistas españoles, hay un resurgir de exaltaciones preconsitucionalistas que haría a Franco sonreír. Justificaciones por el linchamiento del 1-O (recordemos que, aunque fuese declarado ilegal, se realizaba una votación, no una quema de herejes) y por parte de los nacionalistas catalanes veo como empujan a un pueblo a luchar y recibir en nombre de una independencia que en realidad es un tapadillo convergente de todos los recortes de esta última década (y parte de la anterior). Digno de frenopático todo.
Ambas cosas me dan miedo. Miedo por parte de los trasnochados que quieren volver a imponer una idea de España oscura y miedo de que los catalanes acaben malheridos por protestar pacíficamente. Y no hablo de los energúmenos que salen a la noche a quemar contenedores, sino de la gente que sale a la calle de forma pacífica y considero bastante ejemplar.
Si me preguntas, considero que todos a una, siempre iremos mejor, pero también creo en la libertad de que cada uno pueda decidir sobre qué quiere hacer con su futuro. Es por eso por lo que al final he llegado a la conclusión de que se debe realizar un referéndum vinculante y aceptar el resultado que salga durante una temporada larga para solucionar esta desagradable situación para todos. No me parece normal que en una democracia (o se haga llamar como tal) exista un tabú sobre un tema importante que necesita solución urgente desde hace años.
Si has llegado hasta aquí, agradezco el tiempo que te has tomado para leer mi opinión. Me gustaría poder debatir sobre el tema dignamente, sin exaltaciones de ningún tipo.
Y por supuesto si no he aclarado alguna cosa en este texto, preguntad y os responderé intentando aclarar todo aquello que no tengáis claro sobre mi postura.
Quiero debatir con respeto estés de acuerdo o no con la postura que mantengo.
¡Gracias y un saludo a todos los meneantes!