Lejos de crearse empleo, tal como se afirma, se multiplicarán los despidos. Incluso caeremos en una cierta eutanasia laboral. Los empresarios estarán tentados a sustituir trabajadores mayores por otros jóvenes con retribuciones inferiores. Y el miedo a perder el puesto de trabajo reprimirá cualquier reivindicación y obligará a tolerar las condiciones más degradantes. Tal vez sea esa la finalidad principal de la reforma. No es de extrañar que tales medidas reciban los parabienes del FMI. Ciertamente, están aprovechando la crisis.
|
etiquetas: política , economía