Júpiter es víctima de su propio éxito. Sofisticados nuevos cálculos indican que el planeta más grande de nuestro sistema solar, que pesa más de dos veces que todos los demás juntos, ha destruido parte de su núcleo central. Irónicamente, los culpables son el hidrógeno y el helio que han hecho de él un gigante gaseoso, cuando la gravedad del núcleo atrajo a estos elementos durante la formación del planeta. El hallazgo sugiere que los planetas extrasolares más masivos no tiene núcleo.
Traducción en el comentario #11